Y cada vez que la oía cantar era como si le arrancaran un pedazo. Como si el alma huyera por el pasillo. Como si hubiese tomado la elección incorrecta y ésta ni siquiera fuera a volver para reprochárselo. Como si por no salirse del plan lo hubiera perdido todo. Ahora, al escucha su voz otra vez alzarse sobre las demás, se daba cuenta de que era demasiado tarde.
flipas, todo es genial
ResponderEliminaryo quiero ir a ese campo!
ResponderEliminarQue linda entrada y lindo blog ! te sigo, un abrazo c:
ResponderEliminarQue linda, me encanto tu blog. Mucha suerte y muchos saludos. Almendra.
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